Sigo matando jefes: Vicar Amelia y Shadow of Yharnam
Casi un mes y 10h después de haber terminado con la Blood-Starved Beast he terminado con un par de jefes más.
Parece que tras más de 30h de juego le he empezado a coger el gusto. Ya no juego por cabezonería o por orgullo. Juego porque me lo paso bien. Echaba mucho de menos disfrutar con un videojuego. Creo que no lo hacía desde el Diablo II allá por 2021. Han pasado años, y aunque he empezado muchos juegos, no he terminado ninguno. Esta vez voy a intentarlo.
La zona justo antes de enfrentarme a Vicar Amelia la disfruté muchísimo. Las primeras veces que la jugué fueron para entender los nuevos monstruos e intentar buscar atajos. Hay unos monstruos enormes que de primeras son súper intimidatorios, hasta que aprendí que si me acerco mucho a ellos les puedo matar en un momento sin que me toquen.
Era bastante obvio que entrando por semejante puerta y pasillo me iba a enfrentar a un jefe, así que una vez ubicado limpié el mapa un par de veces más para subir de nivel y hasta sentirme cómodo yendo de la lámpara al jefe sin liarla mucho.
Hace ya un par de semanas que vencí a Amelia y no recuerdo el número exacto de veces que me enfrenté a ella, pero fueron pocas. Digamos que 4. Me sorprendí a mi mismo de lo fluído que resultó todo.

No voy a mentir, de vez en cuando busco en internet qué es lo siguiente que he de hacer, porque no es nada obvio en este juego. Encontré una puerta para la que necesitaba una contraseña. Esto lo explica además un NPC en algún momento anterior. Yo pensaba que tenía que hablar con algún estudiante para conseguir la contraseña, pero resulta que la aprendes al vencer a Vicar Amelia. Así que estuve dando vueltas sin saber qué hacer hasta que miré en internet y descubrí que ya tenía la contraseña. No se me había ocurrido volver a intentarlo.
No recuerdo el orden y todas las zonas por las que pasé, así que este artículo no es muy riguroso. Tampoco es su intención serlo, sino documentar mi estado de ánimo mientras juego.
Iba a haber ido por el lateral del edificio donde estaba Vicar Amelia, pero unos tipos me lanzaban rayos eléctricos y me acojoné. Así que fui por la puerta de la contraseña y creo que llegué al bosque. Pensé que iba a ir a parar al mismo sitio, pero a menos que me saltara ese camino, no aparecí allí. Debería ir a la lámpara e intentarlo.
Aparecí en el bosque prohibido (o como lo tradujesen al castellano), una zona también muy divertida. Trampas, aldeanos, zombies y hasta un cañón que me hizo sudar. La segunda parte del bosque me pareció un poco cañazo al principio, porque estaba llena de serpientes que me costó dominar. Además toda la zona es súper oscura y confusa. Aprendí también que puedo cargarme a los cerdos gigantes bastante fácil. Recuerdo con ternura aquel primer cerdo en las cloacas de Yharnam...
Con 29.000 ecos de sangre me metí por error en la zona del jefe y obviamente los perdí. Pensaba que el jefe sería una serpiente enorme pero fueron tres cultistas de Cthulhu adictos a pelis ochentenas. Un ninja y dos faquires escupe-fuego. Me acojoné otro poco más al ver que eran tres jefes, pero estos no se volvían locos según les quitaba vida. Al menos no les dio tiempo. El último hizo aparecer unas serpientes gigantes, pero enseguida le acorralé en una esquina y le di con el serrucho hasta que murió.
No voy a decir que fue fácil, porque me pasé 10 minutos corriendo como un loco de lado a lado de la zona. Aquí me sentí como un alumno que presta atención en clase. Después de vencer al Padre Gascoigne protegiéndome de sus ataques entre las tumbas, repetí la jugada aquí y funcionó.

No recuerdo si lo dije anteriormente, pero he cambiado la forma en la que juego a Bloodborne. Me pongo temporizadores de 30, 45, o 60 minutos. Y consiga o no consiga lo que me propongo, cuando suena la alarma paro. Con esto consigo no estar horas muriendo y perdiendo ecos de sangre por pura frustración. A veces voy a hacer alguna tarea de la casa y, si la sesión anterior fue bien, como premio me permito una segunda sesión. En un mes he jugado 10h. No sé si es mucho o poco, pero me siento mentalmente mucho mejor así. De otra forma no me veo con la fortaleza para terminar el juego.