Gorkula

Trasladar una base de datos PostgreSQL de Heroku a Fly.io

Exportar una base de datos en Heroku es fácil y se puede hacer siguiendo las instrucciones de su documentación:

Para preparar una copia basta con ejecutar el siguiente comando:
$ heroku pg:backups:capture --app <app-name>

Para descargarla, ejecuta este otro comando:
$ heroku pg:backups:download --app <app-name>

Este último comando descargará un fichero llamado latest.dump que será el que usaré para importar a Fly.io

Crear y enlazar una base de datos PostgreSQL en Fly.io


La documentación de Fly.io es fácil de seguir y tiene un apartado dedicado a Postgres.

Crea una nueva base de datos con el comando:
$ flyctl postgres create

Te preguntará varias cosas como el nombre de la app (yo la suelo llamar <app-name>-db), la región, y el tipo de dyno que quieres usar.

Al terminar mostrará en consola los datos de acceso. Guárdalos porque no los podrás volver a ver y te harán falta para cualquier cosa.

Para enlazar la base de datos a una aplicación usa el comando:
$ flyctl postgres attach --app <app-name> <postgres-app-name>

Esto creará una variable de entorno DATABASE_URL en la app a la que hayas enlazado la base de datos. Asegúrate que no existe ya. De otro modo dará error.

Una vez las aplicaciones están enlazadas ya solo queda importar la base de datos. Hay que hacer un par de cosas aquí. Seguramente hay otras formas de hacerlo pero esta ha sido la que me ha parecido más fácil y lógica.

Para poder ejecutar directamente el comando pg_restore en la app de Fly crea primero un proxy en el puerto 5432:
$ flyctl proxy 5432 -a <postgres-app-name>

Con el comando pg_restore importa los datos de Heroku a la nueva base de datos especificada con el flag -d. Aquí es donde entra en juego el proxy creado anteriormente.
$ pg_restore --verbose --clean --no-acl --no-owner -d postgres://postgres:<password>@localhost:5432/<database> latest.dump

En la consola aparecerán un montón de errores pero al final todo funciona correctamente. O debería.
#old.gorkula.com

Paella Valenciana Iberia

Llevo unos meses en Estados Unidos y una de las cosas que más me gusta es ir al supermercado.

Cada vez que vamos mi mujer me deja comprar una cosa que no conozco. Si tengo suerte, dos. Como si fuera un niño pequeño en una tienda de golosinas.

Normalmente compro cosas congeladas, patatas fritas o bebidas con sabores que nunca he probado. A estas alturas me gustaría decir que soy un experto en comida basura pero lo cierto es que disto mucho. Necesitaré unos cuantos años más de cata.

En repetidas ocasiones me he encontrado con productos de Valencia. Tienen sacos de arroz estilo Valencia pero cultivado en USA. También venden botecitos de especias con corteza rallada de naranja valenciana. Algún día cuando tenga material suficiente haré un recopilatorio de productos españoles y/o valencianos.

De momento, hoy, voy a centrarme exclusivamente en la paella. Es de lejos el arroz más famoso de Valencia. Pero no el mejor. El mejor no te voy a decir cual es porque no quiero que me lo fastidien como han hecho con la paella.

Desde lo alto de la estantería me mira. Han sido varias las veces que he resistido la tentación. Ya no he podido aguantar más. La caja invita a soñar. Si por $7 puedo conseguir lo que se ve en el frontal, ¡es un regalo caído del cielo! ¡Hay que ser tonto para no comprarlo!



No te miento al decir que estoy leyendo el lateral y la parte trasera de la caja a la vez que escribo esto.

En el lateral dice que hay cerca de 10 raciones por envase. 1,5 cucharadas de marisco y 2 cucharadas de arroz. Todo el mundo sabe que en Valencia con dos cucharadas de arroz tenemos suficiente porque el resto de espacio del estómago lo necesitamos para la cassalla.

En la parte trasera dice que hay 6 raciones de 1 taza. En Estados Unidos utilizan medidas extrañas y una taza no es una taza de café con leche, sino que tiene una medida exacta y se puede convertir en otras medidas. ¿Cuántas tazas son un pie? 🤔



Antes de abrir la caja la he agitado para tratar de adivinar su contenido. ¿Cómo vendrán los ingredientes para que puedan aguantar hasta 2025?

La respuesta es en una bolsa y una lata. Entre sorprendente y decepcionante. No tengo muy claro qué esperaba encontrar, pero desde luego una lata no.

El hecho de que me haya sorprendido es porque ni me digné a leer la parte trasera de la caja donde explícitamente dice "Contiene una bolsa con arroz especialmente sazonado y una lata con una deliciosa mezcla de mariscos".

Me encantaría conocer a la persona que escribió ese texto y, bajo juramento con la manita apoyada en una biblia robada de un motel de carretera, preguntarle si iba en serio cuando lo escribió.

La bolsa y la lata debían ocupar 1/3 de la caja. Al igual que con las patatas fritas y los juegos de mesa de Fantasy Flight Games, más de la mitad del paquete es aire.



La siguiente sorpresa-susto ha sido al abrir la lata. Solo dos de los ingredientes contenidos forma parte de la receta de la paella, la judía verde y sal. Aunque en la paella se usa la judía plana y esta es redonda.

No me voy a poner a discutir aquí sobre los ingredientes de la paella y si lleva o no chorizo. Los ingredientes básicos son: aceite de oliva virgen extra, pollo, conejo, judía verde, garrofó, tomate, agua, sal, azafrán y arroz. A partir de aquí hay ligeras variaciones según la comarca y lo que crezca o se críe en ella. Pero desde luego no lo que hay en esta lata.



En esta imagen se puede apreciar que media lata es aceite de soja. El resto de contenido de la lata es calamar, mejillones, berberechos, guisantes, zanahoria y pimiento dulce. Y aunque no lo ponga, juro que también hay pepinillos. En la última foto se pueden ver cortados a daditos entre el arroz.



A estas alturas ya ni me digno a pedir disculpas por usar una sartén. Por extraño que resulte los valencianos no viajamos por ahí con una paella (aunque la puedes comprar en el Walmart).

Quise seguir las instrucciones al dedillo y puse una tapa a la sartén, pero como era previsible, el agua desbordó al empezar a hervir.

Estoy aprendiendo a cocinar con gas y no controlo la temperatura, así que se me evaporaba el agua todo el rato. Tuve que echar más y más. La sartén era más profunda que una paella y temía que el arroz de abajo se pasara y el de arriba se quedara duro.



Por suerte el arroz debió crecer alimentado por una amplia gama de productos químicos que lo prepararon para todo tipo de inclemencias y quedó hecho al punto. Algo bueno tenía que haber en esta historia.

Ni el arroz bomba de Valencia es capaz de resistir todo lo que le hice y quedar tan bien.



Como paella ha sido una decepción total. Como experimento, un éxito.

La mayor pega a la hora de comerlo es que tenía tanta sal que la tensión se nos puso a la altura de la Sears Tower.

Mi parte favorita de toda la historia es cuando descubrí, al masticar, que había pepinillos en el arroz. Paré la tv para rebuscar en el arroz y maldecir en voz alta.

Puedo afirmar sin temor a equivocarme, y creo que estarás de acuerdo conmigo, que estamos ante un claro ejemplo de arroz con cosas.

PD: he visto en el supermercado que tienen dos cajas más con otros tipos de paella. No descarto volver a intentarlo pasado un tiempo. Estate al loro.
#old.gorkula.com

Pizza Lobo

A una distancia razonable para ir andando desde casa tenemos unas cuantas pizzerías. En los pocos meses que llevamos aquí me emocioné con una pizzería y he estado yendo religiosamente todos los miércoles hasta hace un par de semanas que decidí que era hora de explorar el territorio. Ayer decidimos salir de expedición.

Casi a diario paso por delante de Pizza Lobo. Es uno de esos locales que son muy vistosos desde fuera. Tan vistoso que temes que la comida no le pueda hacer justicia.

Unos amigos nos advirtieron de que es bastante caro y aunque la comida no está mal no merece el precio. Por otro lado he visto a gente en el grupo de Facebook del barrio que adora este sitio.


La pizzería es bastante grande. El edificio principal tiene una barra rectangular en el centro y mesas alrededor. Cuenta también con un amplio patio que tiene tanto zona cubierta como descubierta. Hay mesas grandes y pequeñas. Para parejas y grupos. Sillas, mecedoras, hamacas. Y hasta una zona para tener una hoguera y reunirse alrededor.

Cuando elegimos sitio el camarero nos explicó que hay dos códigos QR diferentes. Uno para ver el menú y otro para pedir y pagar directamente desde la mesa.

Los precios son los típicos del barrio. $12 por un cóctel enano y $8 por un vaso de cerveza. No me gustó que no conocía ninguna de las cervezas pero eso es problema mío. Después de preguntar al camarero pedí la más ligera y no estaba mal del todo.


Me gustó que la carta no era muy extensa. Soy muy indeciso y odio tener que elegir a la hora de comer.

Mientras llegaba la pizza pedimos coliflor con miel y ajoaceite que estaba francamente buena. No me gustan las verduras hervidas y en especial la coliflor, pero al horno la tolero.


La pizza llegó bastante rápido. Pedimos la borgata: salsa roja, mozzarella, pepperoni, ricotta, miel de chile de Calabria y albahaca. $29 por una pizza de 16".

La pizza tiene buena pinta y huele estupendamente. La albahaca era fresca. Posiblemente de los muchos maceteros con bellísimos ejemplares que tenían colgando por la terraza.

Lo que no me esperaba es que la ricotta estuviera servida en zurullitos encima de la pizza. Pensaba que iba a estar espolvoreada junto a la mozzarella. Nunca nos habíamos enfrentado a algo así y nos pareció que lo más obvio era esparcir la ricotta a lo largo de la porción. No me agradó la experiencia.

La masa tampo es para echar cohetes. Enseguida se queda entre tiesa y gomosa. No duró caliente ni 5 minutos. Y aunque por el aspecto tenía pinta de estar crujiente, al menos en el borde, todo fue una ilusión.

La pizza es comestible pero no te va a cambiar la vida. No tendría que exagerar mucho para afirmar que he comido pizzas congeladas que he disfrutado más.



Ya sin hambre y con las sobras de la pizza y coliflor en una caja para llevar me eché hacia atrás en la silla mientras me acariciaba la panza por encima de la camiseta. Todavía me quedaba un poco de cerveza y se estaba de maravilla al fresco.

Entonces el perro de la mesa de al lado y yo alzamos la cabeza en un movimiento de alerta. Teníamos delante de nosotros a una rata de proporciones considerables. – ¿Splinter? – la llamé pero no recibí respuesta.

Mi mujer y los dueños del perro se percataron de la anomalía espacio-temporal pero su respuesta no fue la esperada. Nadie se levantó de la silla y subió de un salto a la mesa mientras de puntillas gritaba. Más bien empezaron a señalarla, sacar el teléfono y tratar de llamar su atención. Unas cuantas mesas se unieron al espectáculo pero la rata sufría de miedo escénico y se fue por donde vino.

Al final acabamos pagando $74 por una pizza, una coliflor, una cerveza y un cóctel (spicy paloma que no picaba). Impuestos y propina incluidos.

Si la conclusión es que me gustó más la coliflor que la pizza... creo que no me la juego si digo que no volveré a este local.


Aunque tenía pizza de anoche en la nevera, esta mañana desayuné cereales. Algo no debe estar funcionando muy bien dentro de mi.

Más tarde me dije que tenía que comerme la pizza. Al precio que la pagamos no la iba a tirar. La pizza no merecía que enchufara el horno. Y no tenemos microondas. Así que la calenté en la sartén.

Definitivamente y aunque no le puse demasiado esfuerzo, la pizza de Pizza Lobo no pasa el test del día siguiente.
#old.gorkula.com

Keep Going (Austin Kleon)

Nada más terminar con Show your work! me puse a leer el siguiente libro: Keep Going.

La forma es exactamente la misma. 10 puntos que desarrolla con ejemplos, experiencias y un montón de citas y dibujos marca de la casa.

El libro lo leí en inglés y así voy a dejar las citas, aunque alguna puede que la intente traducir. Si te interesa pero no sabes inglés no te preocupes, hay ediciones en un montón de idiomas, entre ellos el castellano.

Estos puntos son:

  1. Every day is Groundhog Day.
  2. Build a bliss station.
  3. Forget the noun, do the verb.
  4. Make gifts.
  5. The ordinary + extra attention = the extraordinary
  6. Slay the art monsters.
  7. You’re allowed to change your mind.
  8. When in doubt, tidy up.
  9. Demons hate fresh air.
  10. Plant your garden.


A lo largo de la lectura fui haciendo fotos y extrayendo el texto con el móvil. Al final he organizado las partes que más me llamaron la atención en varios grupos. Hay párrafos enteros y frases sueltas. El orden no tiene por qué ser el mismo que en el libro.

Rutina


La rutina permite tener algo de organización que sirva para cuando estemos perdidos. La rutina puede resultar aburrida y en muchas ocasiones queremos huir de ella. A la fuerza me he dado cuenta de que necesito algo de rutina en mi vida. No disciplina férrea, pero sí una guía que me ayude cuando mi motivación está de vacaciones.

Algunas partes de este tema se pueden complementar con el libro Atomic Habits, que leí hace unas semanas y todavía tengo pendiente de revisar las notas y comentar por aquí.

Sobre rutinas se ha escrito mucho y esto puede resultar peligroso. Te puedes quedar atrapado buscando la rutina perfecta y es bastante probable que tomes ejemplos que nunca te van a funcionar. Leer sobre rutinas de los demás está bien como curiosidad y es probable que acabes aprendiendo algo, pero nunca hay que tratar de copiar una rutina solo porque admires a la persona que la implementa.

There will be good days and bad days. Days when you feel inspired and days when you want to walk off a bridge. (And some days when you can't tell the difference.)

A daily routine will get you through the day and help you make the most of it. (...) When you don't know what to do next, your routine tells you.

When you don't have much time, a routine helps you make the little time you have count. When you have all the time in the world, a routine helps you make sure you don't waste it.

To establish your own routine, you have to spend some time observing your days and your moods. Where are the free spaces in your schedule? What could you cut out of your day to make time? Are you an early riser or a night owl? (I've met very few people who love working in the afternoon. "I detest this mongrel time, neither day nor night," wrote Charles Dickens.) Are there silly rituals or superstitions that get you in a creative mood?

What your daily routine consists of is not that important. What's important is that the routine exists. Cobble together your own routine, stick to it most days, break from it once in a while for fun, and modify it as necessary.

Revisión y planificación


Esto es muy básico y parece fácil pero no he conseguido incorporarlo a mi rutina en la vida. Lo he intentado varias veces y no lo he conseguido. He de probar otros enfoques.

Creo que la revisión diaria es algo importante y tiene beneficios. Los días que sientes que no has hecho mucho puedes darte cuenta de que en realidad has hecho bastantes cosas y del revés, hay días que se sienten súper productivos pero en realidad no has hecho nada (hola reuniones de trabajo).

En cuanto a planificar el día siguiente, es algo maravilloso. Cuando lo hago, al día siguiente salgo de la cama y estoy motivado. A lo mejor no me gusta lo que tengo que hacer, pero sé que en cuanto lo haga se ha acabado. Si por lo contrario no me lo preparo, cuando empiezo el día me siento perdido y lo voy dejando hasta que se hace la hora de comer y pasa la tarde y al final me acuesto enfadado y no descanso.

Before you go to bed, make a list of anything you did accomplish, and write down a list of what you want to get done tomorrow.

Motivación


¿Qué te mueve a hacer lo que haces? ¿Qué haces por placer y qué por obligación? Últimamente me da la sensación de que hay que poner el máximo esfuerzo en ser el mejor en todo lo que haces y esto ha servido para que acabe odiando o dejando de hacer cosas que me motivaban y me aportaban felicidad.

Dejé de tocar la guitarra cuando se convirtió en una obligación y tenía que estudiar para aprobar exámenes en el conservatorio. Yo solo quería subirme a un escenario sin camiseta y borracho perdido a hacer unos solos que invocaran al mismísimo Satanás. Satanás nunca vino pero yo viví en el infierno hasta que dejé la guitarra de lado.

Lo mismo me pasó con los ordenadores y la programación. Empecé haciendo webs para los amigos y como se me daba bien acabé trabajando de ello. Al pasarme el día programando para ganar el salario dejé de lado los grandes proyectos que tenía porque no me apetecía seguir programando cuando llegaba a casa. Falta de pasión lo llamarán algunos.

Eso de elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida es una mentira enorme. Tu jefe te va a intentar pagar cada vez menos por algo que te gusta y al final acabarás pensando que lo que te gusta no sirve para nada. No te dará ni placer ni dinero. Si algo te gusta de verdad hazlo porque sí. Por eso me he montado este blog.

We're now trained to heap praise on our loved ones by using market terminology. The minute anybody shows any talent for anything, we suggest they turn it into a profession. This is our best compliment: telling somebody they're so good at what they love to do they could make money at it.

One of the easiest ways to hate something you love is to turn it into your job: taking the thing that keeps you alive spiritually and turning it into the thing that keeps you alive literally.

We used to have hobbies; now we have "side hustles."

Cambios


Este es otro punto bueno. ¿Quién no ha querido cambiar algo alguna vez? Si cada día empezara una lista con todo lo que quiero cambiar según se me fuera ocurriendo, al final del día parecería un pregonero medieval con un papiro hasta el suelo.

Este punto es casi el eje central en el libro que cité más arriba, Atomic Habits. Si quieres cambiar no puedes seguir haciendo lo mismo. Es obvio. Está en el significado de la palabra. Pero muchas veces nos quedamos en el deseo y la ilusión sin saber cómo seguir. El consejo más fácil es el que se da en este libro: si quieres cambiar tu vida, cambia a lo que prestas atención.

No es fácil pero funciona.

If you want to change your life, change what you pay attention to. "We give things meaning by paying attention to them, " Jessa Crispin writes, "and so moving your attention from one thing to another can absolutely change your future."

Of course, to change your mind is to do some real thinking. Thinking requires an environment in which you can try out all sorts of ideas and not be judged for them. To change your mind, you need a good place to have some bad ideas.

¿Y ahora, qué?


A lo largo de los libros de Kleon es normal encontrarse con listas. Al final de este libro hay dos.

Cosas que hacer:

  • Pon tu teléfono en modo avión.
  • Escribe varias listas.
  • Contrata a un niño para que te enseñe a jugar.
  • Haz un regalo a alguien.
  • Ordena.
  • Échate una siesta.
  • Pasea un buen rato.

Libros que leer:

  • Henry David Thoreau, Journals
  • Ursula Franklin, The real world of technology
  • Neil Postman, Amusing ourselves to death
  • David Allen, Getting Things Done
  • Tove Jansson, Moomin
  • Andrew Epstein, Attention equals life
  • Lao Tzu, Tao Te Ching
  • James P. Carse, Finite and infinite games
  • Keri Smith, The wander society
  • Alan Jacobs, How to think

Y para terminar, copio otra cita.

"The phone gives us a lot but it takes away three key elements of discovery: loneliness, uncertainty, and boredom. Those have always been where creative ideas come from."
—Lynda Barry
#old.gorkula.com

Honey Butter Fried Chicken

Cada vez que pasábamos conduciendo por N Elston Ave mi mujer me señalaba el restaurante y hablaba maravillas de él. Siempre terminaba con un "que pena que haya cerrado".

Resulta que volvió a abrir. Pero como muchos de los negocios de la zona, los dueños no han sabido comunicarlo a sus clientes habituales. Por lo que he visto en estos meses en Chicago este es un problema habitual. Necesitas el coche para ir a cualquier parte porque las distancias son enormes y esto hace que sea más difícil saber si un local ha vuelto a abrir o no.

Por fin encontramos un hueco para ir.

Entre los cambios que la pandemia ha traído y se van a quedar se incluye el autoservicio. Has de pedir la comida a través del móvil o de unas tabletas que llaman kiosks. Cuando la comida está lista dicen tu nombre por megafonía y vas hasta una ventana en la cocina a recoger el pedido. Cuando terminas de comer, tú mismo has de vaciar la bandeja y depositarla en su sitio.

Y a pesar de que el servicio es inexistente, cuando vas a pagar te preguntan cuanta propina quieres dejar. * En otro momento hablaré de las propinas, que me parece que es algo que se está yendo de madre.



La carta no es muy extensa lo que es de agradecer. Como era la primera vez que iba tenía que probar el pollo que da nombre al local. Pedí la versión sandwich. $11.95 por un un sandwich sin acompañamiento. Unas patatas fritas o asadas son de agradecer.

El pollo es abundante y está delicioso. Se saborea 100% la miel y la mantequilla. El rebozado es crujiente y el pollo está tierno.

En la carta exponen que el pollo está libre de antibióticos, nunca ha estado en jaulas y ha sido criado por humanos. Aparentemente han tenido una vida mejor que la mía. Y más útil, ya que me han proporcionado unos minutos de inmenso placer. No me imagino a nadie haciendo un sandwich con mis restos.

Ya que los sándwiches no incluían guarnición, la pedimos a parte. Creo que pedimos de todo: puré de patata con salsa de carne (gravy), mac & cheese, ensalada de kale, muffins...

En la foto se puede ver el tamaño de la guarnición (ensalada de kale). Elegimos el tamaño para compartir. $11.95 por cada una.



Las bebidas son realmente pequeñas y caras. Este margarita costó $10 y por muy guay que se vea en la botella solo tenía 18cl. Menos que un botellín de los pequeños de Coca-Cola. El margarita estaba bueno pero no repito. Si vuelvo a ir me quedaré con el vasito de agua gratis.

La comida en Honey Butter Fried Chicken está deliciosa pero los precios son un poco locos. O tal vez me lo parecen a mi porque estoy desempleado y vivo en un barrio demasiado moderno.

###

* Esta vez no pedí y no pagué yo y parece ser que estaba equivocado y no te piden propina al pagar. Extraño porque en casi todas partes lo hacen. Lo hicieron esa mañana en la cafetería cuando nos dieron el café en la barra para llevar y cuando compramos una barra de pan en la panadería.
#old.gorkula.com