Gorkula

Me encontré unas monedas en el parking del YMCA. El dinero tiene sentimientos, y si ignoras los centavos, no atraerás los millones.

#dinero

Disclaimer

Escuché sobre esta serie en el podcast de Bret Easton Ellis. Creo que fue en el episodio con Karina Longworth que hablaron sobre la serie y ella dijo que no la aguantó ni 10 minutos.

Aprovechando que me quedan unos días para que termine el periodo de prueba de 3 meses, he hecho una maratón. He visto alguna cosa más que también comentaré.

Disclaimer es una serie escrita y dirigida por Alfonso Cuarón, basada en un libro de Renée Knight. De Renée Knight no tengo conocimiento previo. De Alfonso Cuarón sí, pero nunca he sido muy fan. En su momento lo petó con Gravity y la gente alucinaba de que no hubiese sonido en el espacio. Tarde me enteré de que había dirigido alguna película de la saga Harry Potter. La última que recuerdo haber visto fue Roma, algo más tarde de cuando salió. Supongo que hace bien su trabajo porque le siguen encargando cositas.

Sobre la serie hay mucho y poco que decir. Si tuviera que ser rápido diría que Steven Soderbergh podría haber hecho una peli de 100 minutos y el resultado hubiese sido el mismo. Pero como estoy escribiendo en mi blog y puedo decir lo que quiera, pues voy a extenderme un poco más.

Es una serie de 7 capítulos que oscilan entre los 45 y los 60 minutos. La estructura vienen siendo 6 capítulos diciendo una cosa y 1 capítulo diciendo la contraria. Si este último capítulo fuese a ser una súper sorpresa, entendería el esperar tanto a contarla. El principal problema aquí es que desde el capítulo 2 (3 si mirabas mucho el teléfono) sabemos lo que va a pasar.

Hasta el último capítulo no podemos encajar todas las piezas del puzzle, pero enseguida podemos mirar atrás y entender lo que ha pasado.

  • La serie empieza con Jonathan y Sasha follando en un tren y él se corre casi con solo mirarla.
  • Ella siempre se refiere a él como wanker y él a ella como slut.
  • Se nos dice que el motivo real por el que Sasha vuelve a Londres no es la muerte de su tía, pero no nos dicen cuál es el verdadero motivo.
  • Cuando la madre de Jonathan y la madre de Sasha hablan por teléfono queda claro que la madre de Sasha no está de acuerdo con el noviazgo de su hija.
Estoy seguro de que hay muchas más pistas desperdigadas a lo largo de los capítulos que en perspectiva puede que estuviesen gritando al espectador.

Me llamó la atención cierto estilo de transición (iris shot) entre secuencias en ciertos momentos. En su momento sólo note molestos esos cambios y pensé que tendrían algún motivo de ser. Creo que el motivo es que esas secuencias hacían referencia a “la mentira”. No voy a volver a ver la serie para comprobarlo.

La narración es otro elemento que me ha tenido incómodo a lo largo de toda la serie. Creo que entiendo lo que Cuarón ha querido hacer pero no lo comparto. Ha mezclado voz en off del libro que aparece dentro de la serie narrando la historia principal a la vez que los personajes interpretaban esas acciones. A veces esta voz no podía ser del libro porque narraba cómo se sentían los personajes en presente, después de que el libro fuese escrito. A lo mejor se me ha escapado algo aquí y resulta que la voz hacía referencia al libro y era casualidad que los personajes sentían lo mismo.

Mi principal problema con esta forma de narrar es que para eso te lees el libro. Se desaprovecha la parte visual del medio y se trata al espectador de tonto por no dejarle interpretar lo que ve en escena. Ha faltado que saliese Cuarón al final de la serie a explicar la moraleja.

 

Ya que el cine es un medio experimental me hubiese gustado ver a Stephen matando a Jonathan. Me hubiese gustado ver qué hubiese pasado con todos los personajes. Creo que se ha elegido el final fácil porque es el “final feliz” y ha sido mucho menos desafiante de escribir.

A pesar de todo he disfrutado la serie porque el cotilleo y el drama me pueden.
#tv

He cerrado mi cuenta en Twitter


El 21 de marzo de 2007 creé mi cuenta en Twitter. Mi primer tweet fue algo así como “Viendo Heroes en Canal 9”. Hoy Twitter se llama X y Canal 9 se llama À Punt. Cómo cambian las cosas.

El pasado 21 de marzo mi cuenta en Twitter hubiese cumplido 18 años. Un par de días antes la borré. Ahora mismo tengo 36 años. He tenido cuenta en Twitter la mitad de mi vida.

Tengo una teoría de cómo llegué a Twitter, aunque no sé si es realmente lo que ocurrió. Empecé con el tema de las webs a los 14 años, con unos cuantos años de internet a mis espaldas. En esa época hubo un pequeño boom marginal de podcasts en España. No recuerdo si había alguna página que los agregara en español, pero en inglés estaba Odeo. Odeo estaba desarrollada con Ruby on Rails. Es posible que así conociese Ruby on Rails. En esa época estaba interesado en ver cómo estaba desarrollada cada web a la que entraba. Al poco, desde dentro de Odeo se creó Twitter. Y así es como conocí Twitter. No recuerdo cuanto tiempo pasó desde que lo conocí hasta que abrí mi cuenta. Jack Dorsey creó su cuenta en marzo de 2006 y yo el 21 de marzo de 2007. Mi usuario era el 1.7XX.XXX.

Mis primeras cuentas a seguir fueron de gente a la que leía en formato blog, muy popular también en la época. Blog personal, en el que escribíamos a modo diario para un montón de desconocidos sin ánimo de buscar seguidores, solo de desahogarnos y ver que había más humanos ahí fuera. Algo que estoy tratando de revivir con éste blog.

Poco a poco empecé a seguir más cuentas en Twitter y formé parte de un grupo de twitteros valencianos que quedábamos regularmente. Comimos mucho sushi, fuimos a concursos de fotografía, a la piscina del que tuviese piscina e incluso acabé cursando un curso de japonés con otra chica.

A través de Twitter también conocí a una chica, por la que viajé a la otra punta del país. Fue un romance rápido que acabó mal.

Me llamaron de televisión para ser guionista. Fui a Madrid, donde conocí a parte del equipo de Cuatro. Asistí como público a Tonterías las justas y El Hormiguero. Por la noche me llevaron a una fiesta que organizaba Kike Sarasola y en la que conocí a Jorge Javier Vázquez. Hace poco me encontré en mi agenda el teléfono de Elena Sánchez, la chica que me contactó. Una búsqueda en Google me informó de su muerte unos años atrás. Al final decidí meterme a la universidad en vez de trabajar como guionista de televisión. Yo que sé.

Lo cierto es que no estuve en activo durante los 18 años. Hubo veces que cambié el nombre de la cuenta y le puse candadito. Al tiempo volví, pero el ambiente ya no era el mismo. Lo que importaba eran los seguidores y las interacciones. Estuve a punto de llegar a los mil seguidores, cuando eso era mucho. En el barrio se metían conmigo diciendo que “los amigos de internet no cuentan”.

Por el camino perdimos la API pública y ganamos más anuncios de los que caben en la pantalla del ordenador. Cada vez que anunciaban la cantidad de dinero que perdía Twitter yo me trataba de convencer de que si lo hiciesen de pago, yo pagaría. Llegó el momento y lo hicieron de pago. Yo no tenía trabajo y $8 me parecía un poco caro, pero los pagué. Lo que pasó fue que seguía viendo un montón de anuncios y tweets de gente a la que no seguía con contenido fuertemente político y de cero relevancia para mi.

Cambié mi manera de usar la red social. Traté de centrarme en ella solo para dos temas: programación y rol. Resultó ser estresante. Programadores a los que admiro empezaron a volverse insoportables hablando más de política que de código. En la comunidad rolera los dramas estaban a la orden del día. Al final entraba a Twitter por memoria muscular de abrir la app (o la web cuando desinstalé la app) y me encontraba con un montón de basura polarizante que me amargaba el día.

Me dio pena y pensé en simplemente en volver a “desactivar” la cuenta. Pero me di cuenta que este problema tenía que ser tratado de raíz. Así que borré la cuenta. No sentí pena, sino alivio.
#redes sociales

El precio sigue subiendo. $20 por 2 porciones (enormes).

#pizza
#chicago #posters